Sabes lo que es un retailer, tu tía sabe lo que es un retailer y tu abuela materna también lo sabe. Lo que tal vez ocurre es que no lo conoces como retailer, lo conoces, quizás y simplemente, como todo lo que no es un negocio al por mayor. O, entendido sin negoción, como cualquier negocio que se dedique a la venta al detalle o al por menor.
¿Es, entonces, una pyme? No necesariamente, aunque puede serlo. Un retailer también es el Mercadona o La Casa del Libro.
Tipos de retailers
El objetivo de un retailer es vender a muchos clientes un stock masivo, sin importar la plataforma. No obstante, en función de ella se puede hacer una clasificación de tres tipos de retailers:
- Retailers offline: Es un modelo sustentado en el servicio adoptado en tiendas físicas. Como, por ejemplo, la ferretería de debajo de tu casa.
- E-retailers: Es el arquetipo de negocio que ha surgido como consecuencia del paradigma digital. Se trata de tiendas cuyo único canal de ventas es internet. Un ejemplo de este tipo de retail sería Hawkers hasta antes de abrir la tienda que pusieron en la Calle Carretas de Madrid.
- Brick and Mortar: Es el punto en el que convergen ambos modelos. Una hibridización entre la venta física y la online. A modo de ejemplo de este tipo de negocio nos podemos fijar en Carrefour.
La competencia entre retailers
En un mundo tan sobrepoblado y feroz como el de los retailers (en Francia 9.000 multimarcas cierran cada año), se antoja necesario el planteamiento de estrategias a corto y largo plazo para que los clientes fidelicen.
Para conseguir este objetivo, los retailers deben trabajar para lograr la diferenciación. Muchos de ellos lo consiguen poniendo en marcha un concepto conocido como las 4R’s del retail marketing.
- Relevancia: Hacer que el cliente se sienta una parte importante del proceso de promoción del producto. Es clave hacer que el cliente piense que el producto ha sido exclusivamente diseñado para él.
- Recompensa: Si quieres que vuelva ese cliente que ha sentido que el producto está hecho a medida para él, el primer paso es darle un premio. ¿La mejor manera de ponerlo en práctica? Échale imaginación. Hay cafeterías que te regalan el undécimo café o tiendas que en tu próxima compra te dan un descuento del 10%.
- Relación: Capta las necesidades del usuario, ofrécele soluciones de su interés y mantén un diálogo con él. Si puedes rediseñar su experiencia de compra y hacerla única, tendrás mucho ganado. Consiguiendo que el cliente ame tu marca, tendrás casi todo el trabajo hecho.
- Reducción de costes: A fin de cuentas, lo que más le preocupa a tu cliente es su bolsillo. El objetivo de casi cualquier retailer es dirigirse hacia la economía de escala. Cuanto más generes, más podrás disminuir el precio de tu producto. Otro hecho importante derivado de esta idea es que el cliente no debe perder tiempo ni dinero por culpa de tu marca para que, así, quiera volver a comprarte.